Lao Tse dijo: Atenerse a las leyes de una generación y con ello repudiar las costumbres transmitidas a lo largo de los tiempos es como intentar afinar un laúd con el arco móvil de afinar pegado con cola.
Los sabios se adaptan a los cambios de los tiempos, adoptando medidas apropiadas para ver cómo se forman las cosas.
Diferentes épocas tienen diferentes preocupaciones; cuando los tiempos cambian, cambian las costumbres.
Las leyes se establecen en consideración a la época, los trabajos se emprenden de acuerdo con los tiempos.
Las leyes y las medidas de los antiguos gobernantes eran disparejas, no porque se contradijesen deliberadamente una a otra, sino porque las tareas de sus tiempos eran diferentes.
Por ello, aquellos no tomaban como normas a las leyes establecidas, sino que tomaban como normas propias las razones por las que las leyes eran leyes, cambiando progresivamente conforme al desarrollo de la civilización.
Las leyes de los sabios pueden ser observadas, pero no pueden encontrarse sus razones para hacer leyes; sus palabras pueden oírse, pero las razones para hablar no pueden ser formuladas.
Los gobernantes sabios de la remota antigüedad consideraban ligero el mundo y pequeñas todas las cosas.
Consideraban la muerte y la vida como algo igual y la evolución y los cambios de la misma manera.
Aceptando el Camino, promovían la sinceridad, reflejando así los sentimientos de todos los seres.
Arriba se esposaban con el Camino, y abajo evolucionaban como humanos.
Aunque queramos ahora aprender su manera de actuar, mantener sus leyes y administrar su orden político, sin alcanzar su pura claridad y su sagacidad profunda será imposible realizar el orden.