Para gobernar al pueblo y servir al Cielo, no hay nada como la sobriedad.
Ser sobrio es retornar antes de andar errante.
Retornar antes de andar errante es poseer una doble reserva de Virtud.
Poseer una doble reserva de Virtud es superar todas las cosas.
Superar todas las cosas es alcanzar una altura invisible.
Sólo quien ha alcanzado una altura invisible puede tener un reino.
Sólo quien ha conseguido a la Madre del reino puede perdurar mucho tiempo.
Ésta es la manera de estar profundamente enraizado y firmemente establecido en el Tao, el secreto de la larga vida y de la visión duradera.