Tao Te King

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Conoce lo masculino, mantente en lo femenino y sé el Arroyo del Mundo.

Ser el Arroyo del Mundo es caminar constantemente por el sendero de la Virtud sin desviarse del mismo, y retornar de nuevo a la infancia.

Conoce lo blanco, mantente en lo negro, y sé el Modelo del Mundo.

Ser el Modelo del Mundo es caminar constantemente por el sendero de la Virtud sin errar un solo paso, y retornar de nuevo a lo Infinito.

Conoce la gloria, mantente en la humildad, y sé la Fuente del Mundo.

Ser la Fuente del Mundo es vivir la vida fértil de la Virtud, y retornar de nuevo a la Simplicidad Primordial.

Cuando la Simplicidad Primordial se divide, se convierte en recipientes útiles, que, en manos del Sabio, se transforman en funcionarios.

Por ello, “un gran sastre da pocos cortes”.