Lao Tse dijo: Nunca ha habido nadie en la historia que pudiera hacer que su conducta fuera perfecta.
Por ello, las personas superiores no ejercen presión sobre un individuo para que sea completo.
Son justos sin dividir, honrados sin ser cortantes, directos sin ser extremos, llenos de dominio sin ser críticos.
En asuntos del Camino y de la virtud, los sabios reyes de antaño no exigían forzosamente todo de todo el mundo.
Se cultivaban a sí mismos por medio del Camino y no presionaban a los demás; así, eran fácilmente apreciados.
Si te cultivas a ti mismo por medio del Camino, no tendrás problemas.
Incluso la corona de joyas de la dinastía Hsia no podía ser perfectamente impecable, e incluso una perla como el brillo de la luna no puede ser perfectamente clara; pero todo el mundo atesora perlas, porque no permiten que un pequeño defecto se interponga en el camino de la gran belleza.
Ahora bien si te centras en los fallos de la gente y olvidas sus puntos fuertes, y quieres encontrar buena gente en el mundo de esta manera, será tarea ardua.
Cuando las personas ordinarias ven a alguien cuya posición y condición social son humildes y su trabajo es desdeñado, no pueden decir si posee o no una gran estrategia.
Por ello, la manera de valorar a las personas es la siguiente: si son de alta condición social, observa lo que promocionan; si son ricos, observa lo que dan; si se han empobrecido, observa lo que aceptan; si son de humilde condición, observa lo que hacen.
Mira qué dificultades consideran como problemáticas, para conocer hasta qué punto son valientes.
Conmuévelos con alegría y felicidad, para observar su disciplina.
Confíales dinero y bienes, para observar su benevolencia.
Inquiétalos con miedo, para observar su control.
De esta manera puedes averiguar la verdadera condición de la gente.