Wen Tzu

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Lao Tse dijo: En antiguos tiempos, quienes se erigían como señores y reyes no lo hacían para servir a sus deseos, y los sabios que rechazaban la jerarquía no lo hacían por su propia comodidad personal.

Lo hacían porque los que eran fuertes entre los plebeyos oprimían a los débiles, las mayorías violentaban a las minorías, los astutos engañaban a los ignorantes, los fuertes invadían a los débiles.

También era porque quienes tenían conocimiento no enseñaban y quienes acumulaban riqueza no la compartían.

Ésta es la razón por la que los gobernantes se establecían para unificar al pueblo.

Porque la atención de una sola persona es incapaz de atender a todo el mundo, se establecían funcionarios para asistir a los gobernantes.

Por el hecho de que los diferentes Estados con costumbres que divergían no podían compartir los beneficios, se nombraban representantes para educarlos.

Así, el cielo, la tierra y las cuatro estaciones respondían.

Los funcionarios no hacían nada a escondidas, y las naciones no perdían ventajas; así, vestían a los que padecían frío, alimentaban a los hambrientos, nutrían a los viejos y a los débiles y daban reposo a las personas fatigadas, tomando todo en consideración.

Shen-nung estaba ojeroso, Yao estaba demacrado, Shun agotado, Yu estaba calloso, I Yin se convirtió en cocinero para servir a la nación, Lu Wang empuñó una espada para ayudar a arrojar a un tirano, Pai-li Hsi fue vendido como esclavo, Kuan Chung fue confinado, Confucio no tenía hollín en su chimenea, Mo-tzu nunca permanecía suficiente tiempo para calentar su asiento.

Estas personas no trabajaron por ansia de dinero o de posición social; querían trabajar por el desarrollo de aquello que aprovechase al mundo y la eliminación de lo que era perjudicial para la gente.

Nunca he oído de alguien, desde emperadores hasta pueblo llano, que esperase que se les diese lo que necesitaban sin haber hecho algún trabajo o haber pensado seriamente acerca de las cosas.