Tao Te King

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Mis palabras son muy fáciles de entender, pero muy difíciles de practicar.

Aunque el mundo no pueda entenderlas ni practicarlas, mis palabras tienen un Antecesor; mis obras tienen un Dueño.

La gente no lo sabe.

Por ello, no me conocen.

Cuantas menos son las personas que me conocen, más nobles hace a las que me siguen.

Por ello, el Sabio lleva burdas ropas, mientras que guarda un jade en su pecho.