Tao Te King

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La Virtud máxima no es virtuosa; por ello tiene Virtud.

La Virtud mínima nunca se libra a sí misma de ejercitarse; por ello no tiene Virtud.

La Virtud máxima no hace ostentación, ni tiene intereses personales que servir.

La compasión máxima hace ostentación, pero no tiene intereses personales que servir.

La moral máxima no sólo hace ostentación, sino que tiene además intereses personales que servir.

El ritual máximo hace ostentación pero no encuentra respuesta; entonces intenta imponerse por la fuerza.

Cuando se pierde el Tao, se recurre a la virtud.

Cuando se pierde la Virtud, se recurre a la compasión.

Cuando se pierde la compasión, se recurre a la moral.

Cuando se pierde la moral, se recurre al ritual.

Ahora bien, el ritual es sólo la apariencia de la fe y de la lealtad; es el principio de toda la confusión y el desorden.

La presciencia es sólo la flor del Tao, y el principio de la necedad.

Por ello, el ser realizado pone su corazón en la sustancia más que en la apariencia; en el fruto más que en la flor.

Sinceramente, prefiere lo que está dentro a lo que está fuera.