Quien conoce a los demás es inteligente.
Quien se conoce a sí mismo tiene visión interna.
Quien conquista a los demás tiene fuerza; quien se conquista a Sí mismo es realmente poderoso.
Quien sabe cuándo ha obtenido bastante es rico, y quien sigue asiduamente el sendero del Tao es alguien de propósito constante.
Quien permanece en el lugar en el que ha encontrado su verdadera casa vive mucho tiempo, y quien muere, pero no perece, goza de la auténtica longevidad.