Cuando se abandonó el Gran Tao, apareció la benevolencia y la justicia.
Cuando surgió la inteligencia y la astucia, aparecieron los grandes hipócritas.
Cuando los seis parentescos perdieron su armonía, aparecieron la piedad filial y el amor paterno.
Cuando la oscuridad y el desorden empezaron a reinar en un país, aparecieron los funcionarios leales.