Tao Te King

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Del Tao se puede hablar, pero no del Tao eterno.

Pueden nombrarse los nombres, pero no el Nombre eterno.

Como origen de cielo y tierra, no tiene nombre, pero, como “la Madre” de todas las cosas, se le puede nombrar.

Así pues, oculto desde siempre, hemos de contemplar su esencia interna.

Pero manifestándose continuamente, hemos de contemplar sus aspectos externos.

Los dos fluyen de la misma fuente, aunque tengan nombres diferentes; y a ambos se les llama misterios.

El Misterio de los misterios es la Puerta de toda esencia.