Lao Tse dijo: Cuando los hijos mueren por sus padres, o los subditos por sus gobernantes, no se trata de que salgan a morir buscando fama, sino que el sentimiento de gratitud se ha almacenado en su interior hasta el punto de no evitar la aflicción.
Lo que apena a las personas ideales no es exactamente lo que se hace, sino lo que procede del interior, ya que observan adonde ello conduce.
Los sabios no se avergüenzan de las apariencias, las personas ideales son cuidadosas incluso cuando están solas.
Si descuidas lo que está cerca a la espera de lo que está lejos, quedarás frustrado.
Por ello, cuando los sabios están en posición de liderazgo, el pueblo es feliz con su gobierno; cuando los sabios se hallan entre las masas, el pueblo considera sus ideas.
En su determinación, no olvidan el deseo de ayudar a los demás.