Wen Tzu

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Lao Tse dijo: En cuestiones de aprendizaje, si puedes entender la división entre lo celestial y lo humano, penetrar en las raíces del orden y la confusión, conservar esta conciencia clarificando la mente y purificando la atención, ver el final y el principio, y retornar a la no cosificación abierta, a esto puede llamársele realización.

Las raíces del orden son la humanidad y la justicia; las ramas del orden son la ley y las regulaciones.

La vida humana está basada en las raíces, no en las ramas.

Las raíces y las ramas son un cuerpo; su dualidad se halla en la naturaleza de la preferencia.

Quienes dan prioridad a las raíces antes de dársela a las ramas son llamadas personas superiores; quienes dan prioridad a las ramas antes que a las raíces son llamadas personas de miras estrechas.

Las leyes se originan para asistir a la justicia; tomar las leyes tan en serio que se abandona la justicia es como valorar el sombrero y los zapatos olvidando la cabeza y los pies.

La humanidad y la justicia son vastas y elevadas.

Si extiendes la amplitud de algo sin aumentar su espesor, se rompe; si aumentas el peso de un edificio sin ampliar sus cimientos, se viene abajo; si no haces que las vigas sean anchas, no pueden sostener gran peso.

Para soportar un peso pesado, nada puede compararse a una viga; para llevar la responsabilidad de una nación, nada puede compararse a la virtud.

El pueblo es para un gobernante como los cimientos para una ciudadela, como las raíces para un árbol.

Si las raíces son profundas, el árbol es estable; si los cimientos son gruesos, el edificio que está encima es seguro.

Así, cualquier asunto que no está enraizado en la virtud del Camino no puede ser tomado como norma; las palabras que no están de acuerdo con los antiguos reyes no pueden ser tomadas como guía.

El arte de la charla fácil a partir de una sola acción o de una sola obra no es el Camino comprensivo para el mundo.