Tao Te King

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Tal vez, la Ley del Cielo pueda compararse al estiramiento de un arco.

La parte da arriba se hunde y la de abajo se eleva.

Si la cuerda del arco es demasiado larga, se corta; si es demasiado corta, se añade.

La Ley del Cielo disminuye lo excesivo y completa lo insuficiente.

La ley del hombre es diferente: toma de lo insuficiente para aportarlo a lo excesivo.

¿Quién excepto el hombre del Tao puede poner sus riquezas sobrantes al servicio del mundo? Por ello, el Sabio efectúa su trabajo sin acumular nada, y realiza su labor sin aferrarse a ella.

No quiere que sus méritos sean vistos.