La enseñanza del Camino Integral continuará mientras exista un Tao y alguien que desee encarnarlo.
Lo que está dibujado hoy día en estos pergaminos aparecerá de formas diferentes dentro de muchas generaciones.
Sin embargo, estas cosas nunca cambiarán: Quienes deseen alcanzar la unidad, deben practicar la virtud sin hacer distinciones.
Deben disolver todas las ideas de dualidad: bueno y malo, hermoso y feo, alto y bajo.
Serán obligados a abandonar cualquier desviación mental nacida de creencias culturales o religiosas.
De hecho, deberán mantener sus mentes libres de cualquier pensamiento que interfiera con su comprensión del universo como una unidad armoniosa.
El comienzo de estas prácticas es el comienzo de la liberación.