Para realizar los niveles más elevados de la vida, debe uno combinar continuamente nuevos niveles de Yin y Yang.
En la naturaleza, la energía masculina puede encontrarse en fuentes como el Sol y las montañas, y la femenina en fuentes como la Tierra, la Luna y los lagos.
Quienes estudien estas cosas, a las que aquí simplemente se aluden, obtendrán beneficios sin límites.
Como son necesarias uniones cada vez más elevadas del Yin y del Yang para concebir la vida superior, algunos estudiantes pueden ser instruidos en el arte del aprendizaje dual, en el cual el Yin y el Yang están directamente integrados en la relación sexual del tai chi.
Si el estudiante no es auténticamente virtuoso y la instrucción no es la de un verdadero maestro, el aprendizaje dual puede tener un efecto destructivo.
Sin embargo, si la auténtica virtud y la verdadera maestría van juntas, la práctica puede generar un verdadero equilibrio entre las energías espesas y las sutiles del estudiante.
De ellos resulta una salud fortalecida, emociones armonizadas, cese de los deseos y de los impulsos y, en el nivel superior, la integración trascendente de todo el cuerpo de energía.