Hua Hu Ching

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A menos que la mente, el cuerpo y el espíritu estén igualmente desarrollados y plenamente integrados, no puede mantenerse ninguna cima espiritual ni estado de iluminación.

Ésta es la razón por la que las religiones e ideologías extremistas no dan frutos.

Cuando la mente y el espíritu son forzados a austeridades artificiales o a adherirse a dogmas externos, el cuerpo enferma y se debilita, convirtiéndose en un traidor para todo el ser.

Cuando se pone el acento en el cuerpo con exclusión de la mente y del espíritu, todo se convierte en una especie de serpientes atrapadas: frenéticas, explosivas y venenosas para la misma persona.

Todos estos desequilibrios conducen inevitablemente a que la fuerza de vida se agote y expire.

El verdadero desarrollo personal implica la integración holística de mente, cuerpo y espíritu.

Equilibrando el Yin y el Yang, mediante las diversas prácticas del Camino Integral, se logra la unidad completa dentro y fuera.

Esto se manifiesta en el mundo como equilibrio perfecto y gracia perfecta.