En la Antigüedad, diversas ciencias holísticas fueron desarrolladas por seres altamente evolucionados para posibilitar su propia evolución y la de los demás.
Esas artes sutiles fueron creadas mediante la unión de las mentes individuales con la mente universal.
Todavía son enseñadas por maestros tradicionales a aquellos que manifiestan virtud y desean ayudar a los demás.
El estudiante que busca y estudia estas enseñanza fomenta la evolución de la humanidad, así como su propio desarrollo espiritual.
El estudiante que las ignora obstaculiza el desarrollo de todos los seres.