El Tao origina lo Uno.
Lo Uno origina el Yin y el Yang.
El Yin y el Yang originan todas las cosas.
Ahora olvídalo.
La totalidad completa es la totalidad completa.
Así pues, cada parte también es la totalidad completa.
Olvida también esto.
El dolor y la felicidad son simples estados del ego.
Olvida el ego.
El tiempo y el espacio son mutables y se disuelven, no son permanentes ni reales.
Pueden considerarse como accesorios, pero no pienses en ellos.
Los seres sobrenaturales sin forma extienden su fuerza vital por todo el universo para apoyar tanto a los seres formados como a los seres no formados.
Pero no te preocupes de esto; lo sobrenatural es simplemente parte de la naturaleza, lo mismo que lo natural.
La verdad sutil no pone el acento en ninguna de las dos e incluye a ambas.
Toda verdad se halla en el tai chi: cultivar la mente, el cuerpo o el espíritu, equilibrar simplemente las polaridades.
Si la gente lo entendiera, la paz del mundo y la armonía universal surgirían de manera natural.
Pero olvídalo todo sobre comprender, armonizar y hacer de todas las cosas una.
El universo ya es una unidad armoniosa; toma simplemente conciencia de ello.
Si hurgas en busca de paz interior, perderás tu paz interior.