Hua Hu Ching

«  27  »

No pienses que un ser integral tiene la ambición de iluminar a los que no son conscientes o de elevar a las personas mundanas al reino de lo divino.

Para él, no existe yo y el otro, y, por ello, nadie a quien elevar; ni cielo ni infierno y, por tanto, ningún destino.

En consecuencia, su única preocupación es su propia sinceridad.