¿Puedes disolver tu ego? ¿Puedes abandonar la idea del yo y del otro? ¿Puedes renunciar a los conceptos de hombre y mujer, corto y largo, vida y muerte? ¿Puedes dejar partir todas esas dualidades y aceptar el Tao sin escepticismo ni pánico? Si puedes hacerlo, puedes alcanzar el corazón de la Unidad Integral.
A lo largo del camino, evita pensar en la Unidad como algo extraordinario, elevado, sublime, trascendental.
Por ser la Unidad, está más allá de todo eso.
Es simplemente la verdad directa, esencial y total.